Debo reconocer que aunque mi negocio esté orientado principalmente a “solopreneurs”, como yo misma lo soy, y justamente por eso, una de las barreras que más me cuesta vencer es cuando me dicen “es que todo eso lo puedo hacer yo mismo”.
Y de verdad comparto esa línea de pensamiento; todo lo que pueda hacer por mí misma, ya sea porque lo sé hacer o está dentro de mis posibilidades de aprender, prefiero hacerlo yo.
Me encanta ser autodidacta y hoy tenemos todo a nuestro alcance gracias a nuestro amigo Google.
Pero hasta ahí mi identificación con el futuro cliente. Después veo mis razones por las que yo gestiono mis mails, mi blog, mi sitio web, hago mis PPT, mis hojas de cálculo: simplemente son parte de mi profesión.

Hay cosas, que a pesar de poder hacerlas yo, prefiero que las haga otra persona: el cuidado de las plantas, la cocina (el chico del delivery es uno más de la familia :P) detesto hacer colas así que recurro a los cadetes para todo lo que sea trámites.
Éstos son sólo ejemplos de tareas cotidianas que seguramente vos también preferís que las haga alguien más; son tareas que deben hacerse, pero por qué hacerlas nosotros si alguien puede cumplirlas mejor y a cambio nos permite optimizar ese recurso tan valioso que es el tiempo para dedicarlo a lo que nos gusta, en lo que somos buenos y nos genera el ingreso para darnos gustos.
Pero claro, esas son tareas que todos queremos sacarnos de encima y vemos como natural y normal delegar en otros.
¿Por qué no tener esa misma actitud con las tareas cotidianas de tu negocio/emprendimiento/profesión?
¿Por qué existe como un tabú que dice que porque somos microemprendedores no podemos recurrir a ayuda y debemos hacerlo todo nosotros mismos?
¿Por qué podemos delegar con tanta facilidad tareas hogareñas pero no las tareas de oficina?
Para vos, esas tareas de rutina que deben cumplirse tal vez sean el manejo de tus cuentas de email, gestionar tus listas de clientes, el envío periódico de tu boletín, la administración de tu blog, la búsqueda de información y material para tu negocio, la participación en redes sociales, brindar soporte a tus clientes… Mil tareas que seguramente puedas hacerlas vos solo, sin ayuda, pero al final del día te dejan demasiado exhausto como para siquiera planificar el crecimiento de tu negocio y la búsqueda de nuevos clientes.
¿Pensaste que una Asistente Virtual puede ser tu socia ideal?
Entonces, ¿porqué no aplicar la misma filosofía que para las tareas hogareñas? Delega y obtén ayuda, orientación y apoyo en muchas de las actividades que sabes hacer. Incluso puede que te sorprendas, pues alguien que se dedica a desarrollar específicamente esas tareas diariamente, las hace con mayor eficacia y eficiencia.
Una Asistente Virtual puede convertirse en tu mejor aliada para el crecimiento de tu negocio.
Imagen:Lumaxart
De acuerdo! Podemos hacer solos muchísimas cosas pero no todo! Delegar es la manera más sana de continuar haciendo lo que más nos gusta sin dejar de atender lo importante y necesario.
Un abrazo!