Hace poco más de un año y medio, Amartya, Premio Nobel de economía, incluyó la calidad de vida como variables de análisis imprescindibles a la hora de evaluar el crecimiento económico de los países.
Una decisión que, aplicada desde la vertiente más teórica es innegable. Es una realidad que los niveles de bienestar derivan en ciudadanos más comprometidos y motivados, lo que permite identificar un factor de relevancia sobre el que se sustenta la tan ansiada y perseguida reactivación de la economía.Y aunque es bien cierto que la coyuntura actual nos informa esencialmente, de una falta de recursos, es también una realidad que el entramado social actual, las redes sociales y sus efectos colaterales, han supuesto grandes avances en relación a la inclusión de ésta variable en los análisis de desarrollo económico.
La calidad de vida ha sido tradicionalmente responsable en la evaluación del desarrollo de las sociedades y es específicamente éste, el ítem sobre el que se sustenta la debacle actual y el ciclo de revueltas sociales por el que transitamos.
Ahora bien, no podemos olvidarnos que la medición de las emociones humanas, eje central del bienestar, requieren un cambio de paradigmas integrales. Cambio que se ha iniciado con la puesta en escena del ciclo social y que cuenta con la satisfacción de las necesidades como estandartes de la nueva calidad de vida.
Cambian los hábitos de consumo, cambia la forma en la que nos relaciones y logramos abrir la puerta hacia un nuevo universo social en el que las personas, interactuando en comunidades segmentadas por necesidades, intereses y habilidades para satisfacer los mismos ítems de otras comunidades, son quienes están finalmente integrando la calidad de vida dentro de las variables económicas.
Doble desafío; mayéutica y coaching, invisibles para identificar la nueva “calidad de vida”, esencial para el éxito en los negocios… y en la vida.
La vieja economía se enfrenta al enorme desafío que supone la escasez de recursos con una población mundial cada vez mayor, haciendo del emprendimiento la única alternativa viable para consolidar el nuevo orden económico y por lo tanto, el crecimiento y el desarrollo.
Y por otro lado, este tránsito hacia un nuevo orden económico en el que la satisfacción de las necesidades físicas prime sobre las emocionales y en el que los hábitos de consumo estén centrados en ello y no la simbología asociada al “poder” que regía antes de la crisis y de la eclosión del ciclo social, deriva en la necesidad de obtener la variable que falta para lograr una fórmula óptima de eficiencia.
Requisitos y exigencias; compromiso, constancia, dedicación, perseverancia, conectividad, interacción, empatía… y el largo etcétera de cualidades sobre las que se asienta la influencia y la relevancia, encuentran en la calidad de vida subyacente en el emprendimiento, el complemento perfecto para lograr los objetivos propuestos, elevando con ello la calidad y el bienestar de nuestro tránsito.
Coaching un gran aliado
Y finalmente conviene tener presente que, sólo a través de un FODA personal es que daremos por iniciado nuestro coaching particular, aquél que nos permitirá alejarnos de los pensamientos limitantes y adversos y con ello, nos condicionará hacia la consecución de nuevos objetivos y la identificación de nuevas oportunidades.
Progreso, desarrollo, alianza, empatía, fortaleza, objetivo… palabras todas en las que subyace la necesidad del auto conocimiento como paso previo a la exposición de las bondades del coaching.
Es una máxima, ya hablaban de ello los defensores de la mayéutica, quienes afirmaban que, sólo a través de la dialéctica es que se llega al conocimiento intrínseco y primigenio del ser humano, a partir del cual se pueden identificar las variables sobre las que asentamos, desde lo local y hacia lo global, la nueva acepción inherente al concepto “calidad de vida”.
Coaching para aumentar la calidad de vida y calidad de vida para establecer un nuevo orden económico, eficiente, generador de recursos y exaltador de la calidad, clave para la satisfacción de necesidades e indispensable para el éxito en los negocios.
Carolina Velasco
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