Seguro te pasó cuando comenzaste: todos te hablan de crear y aumentar tu lista pero no sabés que enviar más allá del mail de bienvenida ¡y a veces ni eso! 😉
También aparecen los temores de escribir bien (practicar y practicar es la solución), de no cansar a tus suscriptores (si tu contenido es bueno, no lo harás), el temor a que se desuscriban (viene emparentado con lo anterior, pero es sano que quien no esté interesado cancele su suscripción y deje espacio para alguien que sí quiera tu información), o peor aún te tachen como SPAM, etc.